Mireia, la mujer que en octubre de 2022 raptó a un recién nacido en el Hospital de Basurto y al día siguiente lo abandonó en el felpudo de entrada a una vivienda de Santutxu, se enfrentará a una petición de hasta siete años de prisión en el juicio que se celebrará el próximo martes 14 de mayo en la Audiencia Provincial de Bizkaia. Esa es la petición de condena reclamada por la acusación particular, que representará en la vista a los padres del bebé.
Juicio
Los hechos que la semana que viene serán objeto de juicio se remontan al 19 de octubre de 2022. Aquel día, en torno a las nueve de la noche, una mujer joven de 24 años, vestida con ropa que usa el personal de Osakidetza, según mostraron las cámaras de seguridad del hospital bilbaíno, se llevó un bebé del área de maternidad ubicada en el pabellón Iturrizar. Para ello engañó a la madre, que se encontraba sola en la habitación, diciéndole que iba a hacer una prueba al niño.
Mireia pasó la noche con el recién nacido en casa de una amiga y a primera hora del día siguiente lo dejó en el felpudo de entrada de un piso de Santutxu, barrio en el que ella residía. Pocas horas después, tras una intensa búsqueda, fue localizada y detenida en la plaza Azoka de Zorrotza.
Al día siguiente, la encausada pasó a disposición judicial, pero tras ser valorada, la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Bilbao decidió dejarla en libertad provisional con cargos. No obstante, Mireia optó por ingresar voluntariamente en una unidad psiquiátrica.
Santutxu
Antes de cometer el rapto, la mujer había contado a sus conocidos del barrio de Santutxu que estaba embarazada y llegó a comprar ropa para recién nacidos y una silla de bebé. El día de autos, el 19 de octubre de 2022, Mireia acudió al Hospital de Basurto e intentó secuestrar a otros bebés antes de lograr su propósito con el pequeño Aimar, al que al día siguiente, tras tocar el timbre y huir con rapidez, dejó en perfectas condiciones en el felpudo de una vivienda del octavo piso del número 26 de la Plaza del Carmen de Santutxu.
La Fiscalía reclamará en el juicio del próximo martes una pena de cuatro años de prisión por un delito de detención ilegal por estos hechos. El Ministerio Público pedirá que se le aplique la agravante de víctima vulnerable y una atenuante por devolver al bebé en menos de tres días.
La acusación particular considera los hechos como un delito de secuestro de menor y de abandono, con lo que eleva la petición de cárcel a siete años. Además, ambas partes solicitarán una indemnización para los padres de 12.000 euros por daños morales.
