Por mucho que en algunas series de televisión, como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, parezcan divertidísimas y en ellas pase absolutamente de todo, las juntas de vecinos suelen resultar poco atractivas y en muchas comunidades son minoría los propietarios que acuden a estas citas tan necesarias para el buen funcionamiento de un bloque de viviendas y para resolver los problemas que van apareciendo, además de para establecer unas normas de convivencia.

Viendo la escasa asistencia que conseguían en un edificio de la ciudad de Jaén, según el diario digital Jaén Hoy, los responsables de la comunidad que lleva por nombre Bellavista y que agrupa a 81 propietarios entre cuadro bloques, han buscado ofrecer un aliciente para que los vecinos acudan a la próxima junta de la comunidad. Y no se les ha ocurrido mejor forma que proponiendo un sorteo gastronómico.

Así, de cara a la próxima junta van a intentar incrementar la asistencia poniendo en juego un jamón y dos botellas de vino, un blanco y un tinto. La idea ha sido del presidente y del vicepresidente y la comunidad sufragará el coste de los productos. Unos productos que se sortearán al término de la reunión para que quien se los lleve esté presente al menos durante toda la junta, vote todos los asuntos del día, que no son pocos, y no se vaya antes de tiempo a probarlos en su casa.

“Esto surge porque en todas las comunidades siempre nos faltan muchísimos vecinos para hacer una reunión en condiciones y ver todas las necesidad de la comunidad, que son muchas. Y sobre todo en edificios que tienen muchos años y requieren una atención especial”, explica Ángel Jacinto, vicepresidente de la comunidad, en SER Jaén. “Es importante que los vecinos se conciencien de que cuantos más vayamos más fuerza hacemos y se pueden hacer las cosas con más claridad”.

Ocho o diez asistentes de 81

De los 81 vecinos, lo habitual es que a las últimas juntas hayan asistido “ocho o diez vecinos, muy poquitos. Los años van pesando entre los que llevamos muchos años viviendo aquí y cada vez somos menos”, explica Jacinto, que relata cómo el presidente y él se plantearon qué podían hacer “para incentivar esto un poco, porque llevamos unos puntos importantes a a esta reunión que suponen bastante dinero”.

“Se me ocurrió decir de cachondeo que podíamos rifar un viaje a Benidorm y hubo muchas risas. Y el presidente al día siguiente propuso rifar un jamón y me pareció muy bien. Es un aliciente para los nuevos vecinos que están llegando. Que vean que igual que todo está cambiando a nivel social hay que cambiar las comunidades, para que las reuniones sean más amenas, amistosas, agradables, y que salgamos con un buen sabor de boca”.

La iniciativa ha gustado

Parece que a los vecinos las ha gustado la iniciativa. “Se lo han tomado con mucha gracia. Como los puntos a debatir son importantes espero que vengan. A ver lo que sucede”, dice Jacinto, que avanza que se va a tratar el acceso a minusválidos en las puertas; el tejado, que está muy mal porque el edificio es de 1970 y queremos cambiarlo o renovar una parte; y queremos pintar escaleras. Todos los años se van haciendo cositas”.

Para poder participar en el sorteo habrá que ser propietario y acudir a la reunión o estar representado por alguien en el caso de no poder ir. Se meterán en una bolsa las papeletas con los nombres de los participantes y una mano inocente elegirá al ganador, a quien al término de la junta se le llevará el jamón y el vino a su casa.