Esto de las elecciones, “la gran fiesta de la democracia”, es una maravilla cuando toca valorar sus resultados a los responsables de cada partido. Todos ganan, hasta los que pierden. Comenzando por el vencedor, el PNV. Su candidato a lehendakari, Imanol Pradales, sentenció su análisis con una verdad palmaria, claro está: “Hemos ganado las elecciones. Muchas gracias a la sociedad vasca, ha ganado la democracia”. De cerca, y con los mismos escaños, le siguió EH Bildu, cuyo representante, Pello Otxandiano también dejó claro, y no es para menos, su satisfacción: “Estamos muy contentos”. “El ascenso de EH Bildu es espectacular, es un despegue”. La tercera fuerza fue el PSE, cuyo cabeza de lista dijo, sin disimulo: “Hemos obtenido un extraordinario resultado en estas elecciones”. Javier de Andrés, presidente del PP vasco, destacó que tenían un propósito, aumentar el número de votos (no era difícil a tenor del batacazo del que venían), “y lo hemos conseguido”. La candidata por Sumar, Alba García, que sufrió para estrenarse con un escaño, también esgrimió una valoración “positiva”. Hasta Vox, con su única representación testimonial, lo celebraba diciendo que seguirán “dando batalla” (la que nos espera). Por último, Elkarrekin Podemos, aseguró que “aquí no se acaba el camino” pese a quedarse fuera del Parlamento Vasco. Lo dicho, no se consuela quien no quiere.