Hoy se cumplen 166 días desde que comenzara la guerra entre Israel y las milicias islamistas lideradas por Hamás. Cinco meses y medio en los que se han contabilizado más de 31.500 palestinos muertos y más de 7.000 desaparecidos, en una Franja de Gaza prácticamente derruida en su totalidad, lo que ha obligado al 70% de la población a huir de sus casas. Una auténtica barbarie. Razón por la que la única forma de acabar con todo este sufrimiento es que el apoyo que se aúne en contra de la masacre israelí sea cada vez más mayoritario. Como el que tuvo lugar en la movilización del pasado domingo en Donostia, donde miles de personas, convocadas por el mundo de la cultura (de la mano de Kulturatik), acusaron al Estado de Israel de practicar un “genocidio”. Referentes de este ámbito lideraron una manifestación en la que se evidenció la repulsa más contundente de la masacre que afecta a “enfermos, heridos, desplazados y personal médico”, tal y como denuncian las autoridades gazatíes. En este acto, además, se solicitó que no se normalizara que en Gaza “cada diez minutos se mate y se hiera a un niño”. Y que, sobre todo, se ponga fin a este horrible genocidio, al “apartheid sistemático”. No nos podemos quedar parados. Cada día que pasa es una batalla perdida.