Josu Azkue, en autor de la escultura de una lavandera que el Ayuntamiento de Azpeitia ha rechazado por mostrar un "estereotipo del cuerpo femenino", no esconde su disgusto, al que ahora se suma la repercusión viral que la noticia está teniendo. “Estoy cansado del revuelo que se ha montado y de verme en medio de todo ello. Prefiero no hacer declaraciones sobre este tema”, manifestó el escultor azpeitiarra que regaló la escultura al municipio con la intención de que esta se colocara junto al viejo lavadero anexo a la parroquia de San Sebastián de Soreasu.

De hecho, su proyecto fue elegido en las becas Sormen de 2023 que promueven proyectos creativos y, en su propuesta, donde ya esbozó una maqueta de lo que se convertiría tras el proceso creativo, reivindicaba una obra para poner en valor el trabajo callado de las mujeres con la imagen de una lavandera.

La propuesta contemplaba una muestra protagonizada por la figura que permitiría ver el proceso de transformación del bloque de mármol negro de 2.800 kilos en la lavandera con la ayuda de las fotografías que ha sacado en los ocho meses que le ha llevado la ejecución de la obra. ”No sé ni qué decir; solo que la figura no cabe por la puerta de la sala que me han ofrecido”, termino diciendo Azkue respecto a la alternativa ofrecida desde el Consistorio de EH Bildu, donde tras rechazar que la escultura sea expuesta en la calle, le han ofrecido exponerla en la sala Betharram de la localidad.