El aceite de oliva es uno de los alimentos más consumidos y prestigiosos de nuestra gastronomía. Así como en otros territorios se opta por utilizar otro tipo de aceites de menor calidad nutritiva, la gastronomía vasca utiliza el AOVE como uno de los pilares de su día a día.

Aunque el aceite de oliva es un alimento imprescindible en el día a día, su precio se ha visto incrementado de forma exponencial en los últimos meses. Por ello, habrá que seguir una serie de trucos para reducir su uso.

Utilizar difusores de aceite en spray

Este es el truco más importante para ahorrar aceite de oliva. Los difusores en spray permiten aplicar una cantidad muy precisa de aceite, sin llegar a desaprovechar ni una sola gota de este preciado alimento. 

Los difusores de aceite en spray se encuentran a la venta en la mayoría de supermercados e hipermercados.

Utilizar freidoras de aire

Las freidoras de aire ofrecen resultados idénticos a las frituras tradicionales, pero con el mínimo de grasa y aceite. Una opción perfecta para los hogares donde el horno ocupa demasiado espacio o para economizar tiempo y dinero.

Secar bien los alimentos antes de freírlos

El agua que contienen algunos alimentos puede hacer que el aceite de oliva se degrade más rápidamente. Es importante tener en cuenta que se deben secar bien los alimentos antes de freírlos. Se pueden secar con un papel de cocina.

Utilizar utensilios antiadherentes

Utilizar utensilios antiadherentes, ya que las sartenes y ollas antiadherentes permiten cocinar con menos aceite; los alimentos tienden a deslizarse fácilmente sin pegarse a la superficie.

Reutilizar el aceite

Para las frituras no es necesario usar siempre aceite nuevo, ya que puede reutilizarse hasta en tres ocasiones. Existen productos adecuados en el mercado para poder colar el aceite y reservarlo tras cocinar patatas, huevos u otro tipo de alimentos. 

Asimismo, para frituras rebozadas, se puede utilizar aceite de girasol, que también es adecuado para este tipo de alimentos, y es más económico.

Propiedades del aceite de oliva

El aceite de oliva es uno de los alimentos más saludables y versátiles de la cocina mediterránea, y se le atribuyen una serie de beneficios para la salud. Algunos de los beneficios más destacados del aceite de oliva incluyen:

  • Alto contenido de grasas saludables: El aceite de oliva es una excelente fuente de grasas monoinsaturadas, especialmente ácido oleico, que es beneficioso para la salud cardiovascular. Estas grasas saludables ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno), lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Antiinflamatorio: El aceite de oliva virgen extra contiene compuestos fenólicos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y proteger contra enfermedades crónicas como la artritis y ciertos tipos de cáncer.
  • Protección del sistema cardiovascular: El consumo regular de aceite de oliva se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Sus grasas saludables ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y a reducir la presión arterial.
  • Beneficios para el cerebro: Se ha demostrado que los ácidos grasos y antioxidantes presentes en el aceite de oliva tienen efectos beneficiosos para la salud del cerebro, ayudando a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad y reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
  • Propiedades antioxidantes: El aceite de oliva virgen extra contiene antioxidantes naturales, como la vitamina E y los polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen las células del daño causado por los radicales libres. Esto puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
  • Beneficios para la digestión: El aceite de oliva virgen extra es suave para el sistema digestivo y puede ayudar a mejorar la digestión y el tránsito intestinal. También se ha demostrado que tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a combatir las bacterias dañinas en el tracto gastrointestinal.

En resumen, el aceite de oliva es una opción saludable y deliciosa para cocinar y aliñar alimentos, y su consumo regular puede proporcionar una serie de beneficios para la salud, especialmente en relación con la salud cardiovascular, la salud cerebral y la protección contra enfermedades crónicas. Se recomienda optar por aceite de oliva virgen extra de alta calidad, ya que contiene la mayor cantidad de compuestos beneficiosos.